5 soluciones instantáneas para los calambres musculares
Los calambres musculares son especialmente comunes en personas que realizan muchas actividades físicas como gimnasia, deportes o trabajo físico. ¡Estas contracciones musculares repentinas pueden ocurrir en cualquier momento y el resultado es un dolor agonizante! Si bien estirar y masajear el músculo afectado puede brindarle cierto alivio, aquí hay algunos remedios caseros adicionales que puede probar para aliviar el dolor.
sal de Epsom
El magnesio en la sal de Epsom promueve la relajación muscular y la curación. Llene su bañera con agua tibia, agregue dos tazas de sal de Epsom y revuelva bien, sumérjase en este baño durante 20 minutos.
Compresa fría
La temperatura fría adormece el dolor, reduce la inflamación y permite que el músculo afectado se relaje. También ayudará a reducir el dolor al contraer los vasos sanguíneos. Envuelva un puñado de cubitos de hielo en una toalla fina y colóquelo en el área afectada durante unos 15 minutos a la vez. Repita cada dos horas durante uno o dos días.
vinagre de sidra de manzana
El potasio bajo es una de las causas comunes de los calambres musculares frecuentes. El vinagre de sidra de manzana tiene varios nutrientes que ayudan a controlar el equilibrio de líquidos en el cuerpo, evitando así la deshidratación. Mezcla una cucharada en un vaso de agua tibia, bebe este tónico una vez al día para prevenir los calambres musculares. Para prevenir los calambres nocturnos en las piernas, mezcle una cucharadita de vinagre de sidra de manzana y miel y una cucharada de lactato de calcio en un vaso de agua tibia y beba esta solución todos los días por la noche, media hora antes de acostarse.
Mostaza amarilla
Curiosamente, se sabe que la mostaza amarilla trata los calambres musculares en cuestión de minutos. Contiene ácido acético que promueve la producción de acetilcolina, que es un neurotransmisor que impulsa a los músculos a trabajar.
Aceite de clavo
Esto tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la hinchazón. Además, la propiedad anestésica del aceite de clavo ayuda a aliviar el dolor. Caliente ligeramente un poco de aceite de clavo y frótelo en el área afectada. Puede repetir este proceso varias veces para su conveniencia.
